miércoles, 25 de agosto de 2010

Al agua patos

Yo no soy muy de playa, los que me conocen lo saben, además como soy muy blanca paso del blanco enfermizo al blanco, del blanco a menos blanco y del menos blanco al rojo, cuando llego a este punto, vuelvo al menos blanco, total que ni por que me pase un mes entero yendo a la playa, me pongo morena, si a eso le añadimos que soy alérgica al calor... Encima, arena pegajosa, gente maleducada que no es capaz de controlarse a sí misma, cuando menos a sus hijos, colillas, medusas y un largo etc, donde los demás ven un paraíso, para mi es un incordio.
De todas formas y en favor de la salud y entretenimiento de mi hijo mayor, hago el esfuerzo y voy, no todo lo a menudo que él quisiera (compensamos con piscina) y no todo lo poco que a mi me gustaría. Este año, hemos tirado de abuelos y tíos que hicieran de chófer/canguro playero, con la excusa de que el pequeño era muy pequeño y como encima habíamos hecho dos intentos fallidos de piscina, nos crecíamos en nuestro convencimiento de que este año no tendríamos que ir, pero han llegado unos amigos de fuera y el hotel está al lado de la playa, así que nos esperan cinco días de arena, de esos que a mi tanto me gustan. 
Hoy ha sido el primero.