
Hace una semana fue su cumpleaños, hicimos una mini fiesta y se lo pasó genial, abrir regalos y estar con otros bebes lo estimula muchísimo, además ahora ha descubierto nuevos juegos, como el del escondite, él se tapa con las manos y yo le pregunto "donde está el bebe..." y se ríe muchísimo, ahora empezará la verdadera diversión, porque hasta ahora solo se movía uno, pero ahora serán dos...
Además promete ser un poco gamberrete, este fin de semana, estaba muy penoso, así que al final claudiqué y me tumbé con él en la camita del hermano, le estuve haciendo mimitos hasta que se quedo dormido, como era la hora de la siesta y sus siestas son de dos horas, lo dejé allí, el caso es que pasada una hora más o menos, pasé por delante de su cuarto y no lo ví en la cama, imaginaros el susto, ¡fue monumental!, entré corriendo en el cuarto y me lo encontré dos metros más allá de su cama jugando con un muñeco, se había bajado de la cama!!!!! pensé que se había tirado, pero me extraño porque la cama tiene barrera y si se hubiera hecho daño lloraría, pero luego se desveló el misterio, a media tarde hizo lo mismo desde el sofá... vamos que de no moverse para nada, ahora ya no podemos despistarnos