Con el nacimiento de mi segundo hijo he sido consciente de los millones de momentos que olvidamos sobre ellos, pequeñas insignificancias que componen su vida y la nuestra, así que este blog nace para recopilar todo aquello que la memoria no retiene y que en el futuro me gustaría rememorar. Bienvenidos a nuestros recuerdos!!!
En honor a la verdad, esta entrada no la he escrito yo, sino que se la he robado a mi marido, el la escribió en su muro de face, y a mi me ha emocionado tanto, que me la he traído a mi baúl de recuerdos particular.
Hay numerosos lenguajes, algunos de ellos universales como la música o las matemáticas, son lenguas que mueven el mundo y que consiguen que el mundo se comunique, pero... ¿que pasa cuando los que tienen que comunicarse viven en la misma casa y no hablan el mismo idioma? si son mayores no pasa nada, encontraran la forma, pero ¿y si son pequeños?, ¡¡Si son pequeños mejor!! entonces no existen barreras de ningún tipo, mi hijo pequeño habla muchísimo, pero no se le entiende nada, él narra su vida entera y retransmite todo lo que hace, pero solo su cerebro es capaz de traducirlo, bueno... y el de su hermano.