Ya estoy aquí de nuevo, la vuelta al cole de septiembre es inevitable, es tan tradicional como los turrones en Navidad y eso que sólo he estado unos días fuera, pero no mentiré, la verdad es que han sido como si hubiese estado el doble.
Como ya sospechábamos, ha habido de todo, anécdotas, primeras veces, momentos de dame paciencia... vamos todo lo que deben tener unas buenas vacaciones.
En el apartado de primeras veces hemos tenido, la primera vez que el pequeño viajó en avión, que si he de ser sincera, pensé que sería peor, pero salvo un par de protestas sin llegar a llanto, todo fue bien. También tuvimos un mini susto el segundo día y tuvimos que salir corriendo en busca de la farmacia de guardia a las tres de la madrugada, por una primera fiebre (nada un costipadillo), tuvimos nuestro primer parque de las ciencias (bueno nosotros no, los niños) donde el mayor disfrutó muchísimo y nuestra primera visita a un parque de atracciones, el mayor nunca había estado y obviamente no quería irse, así que nos quedamos hasta que nos echaron.