Hoy estoy indignada, sabía que el ser humano es egoísta por naturaleza, pero ya criticar por criticar me parece excesivo. Así que hoy vengo a romper una lanza en favor de las educadoras de la escoleta de mis hijos.
Mi marido y yo decidimos mudarnos de un piso a una casa de pueblo por dos motivos, una razón obvia de espacio y la seguridad de que un pueblo tiene más calidad de vida que una ciudad para criar hijos. Con estos pensamientos elegimos un pueblecito pequeño, apenas 2.000 habitantes donde encontramos una casita que se ajustaba a lo que queríamos, así que una vez instalados nos lanzamos a formar nuestra familia. Antes de tener hijos hay cosas en las que ni reparas, pero una vez que llegan... un aluvión de dudas inundan tu vida, una de las cosas que me preocupaban era la escoleta, (en Mallorca una escoleta no es una guardería sino un sitio donde además de "cuidar" enseñan) el pueblo sólo tenía una y las instalaciones no eran gran cosa, pero todo el mundo me habló muy bien de las educadoras, de lo cariñosas que eran y de los años que llevaban allí, así que preferí una garantía de una buena educación para mis hijos, en vez de unas instalaciones muy modernas.
El mayor de mis hijos fue durante tres años y de esos años solo tenemos buenos recuerdos, ya no solo aprendió muchísimo, sino que encima iba encantado, le gustaban sus maestras y le gustaba ir allí se sentía querido y la prueba es que aún hoy se alegra de verlas. Cuando nació el pequeño la decisión era obvia, no iba a cambiar lo que tan buen resultado me había dado.
Entonces las circunstancias cambiaron radicalmente, la escoleta paso de ser un centro privado a ser una escoleta pública, ahora depende del ayuntamiento, aunque la gestionan las mismas personas que la anterior, los precios cambiaron sustancialmente pero ganamos en instalaciones, ya que el ayuntamiento hizo una nueva, muy amplia, con zonas verdes, con zonas amplias de juego y con todas aquellas cosas de las que carecía la anterior y no dudamos, daba igual que fuera más cara, los niños iban a estar igual de bien cuidados pero en un sitio todavía mejor.
Cuando empezó el curso como las obras no estaban terminadas no pudimos mudarnos y cuando lo hicimos ha sido con deficiencias, pero lo importante es que los niños están bien. Que pasa, y aquí es donde llega mi indignación, la gente solo mira su ombligo y en vez de sopesar los pros y los contras, arremeten contra el personal, no valoran que es un centro nuevo y que como depende de la administración (no de las educadoras) tardará un poco en estar al 100%, critican el trabajo de las personas que viven volcadas en la educación de nuestros hijos, sin valorar lo bien atendidos que están y lo mucho que aprenden. Quisiera yo ver a cada una de esas personas en su trabajo, a ver si son tan eficientes y perfectas que nadie puede reprocharles nada, y lo que es peor, que clase de madres son que dejan a sus hijos en manos de quien no confían, si tantos peros le ven, que cambien de escoleta o que contraten a una persona en exclusiva, no?
Lo dicho, estoy encantada mi hijo se le ilumina la cara cuando ve a su profe, esta muy bien atendido, me consta que ella lo quiere y la prueba es que mi hijo no llora nunca al ir al colegio e incluso hay veces que no se quiere venir conmigo!!!! no sé me indigna esta situación, este es un pueblo pequeño, y una persona descontenta puede hacer mucho daño, además de minar la moral de las personas afectadas, por eso hoy mi lanza en favor de ellas y de todas aquellas personas, que por su trabajo tienen que aguantar a indeseables amargadas que como su vida es insulsa y vacía de contenido, necesitan fastidiar al prójimo para llenar la soledad de sus existencias. Sabéis que no daré nombres pero seguro que ella lo leerá, sabe quien es y lo mucho que la queremos.