lunes, 23 de mayo de 2011

Londres por sorpresa!

Ya sabéis que estoy de retiro obligado hoy y encima he tenido que someterme a una maratón de dibujos animados, así que mis niveles infantiles están más que satisfechos, por eso necesito un poco de escritura adulta, he recordado que no os había contado mi último momento romántico con mi chico, y éste es de los que merecen ser recordados.
Nosotros somos muy aficionados a viajar, y cada vez que podemos nos escapamos, prefiero un fin de semana en cualquier lugar del mundo, aunque sea comiendo hamburguesas, que quedarme sin conocerlos. Otra cosa que tengo clara, es que no repito viaje, no tengo dinero, así que visto una vez, la repetición se queda o para el imserso o para cuando San Euro millón, decida tener a bien instalarse en mi casa, mientras tanto los sitios una vez. Con este criterio ya hemos conocido bastantes ciudades europeas, y cada vez que podemos nos escapamos, ya digo aunque solo sea un par de días. 
Mi chico por su trabajo viaja bastante, y a finales del año pasado fue a Londres, vino impresionado, le gustó tanto, que en seguida buscamos opciones para escaparnos, la fecha elegida fue enero, fuimos con mi hermano y mi cuñada, y aunque nos gustó mucho y vimos casi todo (de prisa), nos quedamos con ganas de mas, esto ya nos había pasado con Roma y con Malta, pero él acuso esta vez mas la sensación de falta de tiempo, sobre todo porque ya había estado y no pudimos ver cosas que él solo, si había visto y quería compartir conmigo. Durante un tiempo me estuvo repitiendo que teníamos que volver y yo en mis trece de "no repito".
Aquí hago un inciso, entre mis rasgos está el ser excesivamente detallista, no sé si es bueno o malo, pero siempre estoy pendiente de lo que puede hacer feliz a quien está cerca de mi, así que paso gran parte de mi tiempo maquinando sorpresas.
En mayo era su cumpleaños y además celebrábamos catorce años juntos, pero no podríamos celebrarlo porque nos quedábamos sin los abuelos, que se iban un mes de viaje, así que decidí adelantar la celebración a un mes antes. Las pistas sobre cual sería su regalo eran pocas, él hace tiempo que decidió regalarme "momentos" y lo único que yo le dije es que sería un "momentazo", busqué un par de billetes y un hotelito, le pedí la tarde del viernes libre a su jefe, me alié con mi madre que trabaja en el aeropuerto y el día anterior, me llevé las maletas ya hechas. El día elegido, lo llamé le dije que estaba en una reunión y que mi madre no se encontraba bien y que por favor fuera a buscarla, cuando llegó yo estaba detrás de la puerta con la cámara de vídeo, mi madre muy en su papel le dijo que en lo que recogía, revisara un sobre que le habían dejado, cuando lo abrió se encontró una indicación de lo mucho que me había costado guardar el secreto, y como reconoció mi letra le comentó que no era para ella, que creía que era para él pero no estaba seguro, así que decidió llamarme, tal era su desconcierto que no se dio cuenta de que el móvil sonaba ¡detrás de él!, se giró y entre nervios siguió leyendo, lo siguiente era un itinerario de un recorrido por Londres, se sorprendió pero todavía no era consciente, así que lo siguiente que vio fueron los pasajes, para ¡dos horas más tarde!, los nervios ya fueron totales, primero pensó en el trabajo, y le aclaré que tenía la tarde libre, luego pensó en las maletas y se las enseñé y cuando fue plenamente consciente de que era real, se emocionó, ese momento valió la pena todos los nervios que pasé durante un mes preparándolo todo y el fin de semana que pasamos fue maravilloso, además como ya lo habíamos visto todo, fuimos a aquellos sitios que queríamos ver tranquilamente y nos dedicamos a pasear nuestro amor. 
Creo que pocas sorpresas son tan grandes como que te secuestren para hacer un viaje que no esperas y el momento lo vale, si tenéis la oportunidad intentarlo, no ir a Londres (que también), sino llevar a vuestra pareja a cualquier sitio por sorpresa, solo para pasar ese tiempo juntos, para pasear y deleitaros con lo que os rodea, el solo hecho de compartirlo, hará de ese instante algo fantástico.
Si está bien planeado y os sale igual de bien que a mí es un subidón de adrenalina, aunque el proceso de preparación es muy duro, sobre todo porque es muy difícil resistir la tentación de no contarlo, pero bueno son sorpresas que solo se dan una vez en la vida... o no??


Lo más importante para mi... es estar contigo

Todos los hijos son iguales, en el sentido en que darías la vida por ellos, da igual cuantos tengas, todos son igual de importantes, a todos los amas igual, y no puedes elegir entre ninguno de ellos, esto es un hecho cierto y todas las madres estarán de acuerdo conmigo, lo que es diferente es la conexión que tienes con cada uno de ellos, conectas de forma diferente, no sé si es químico, o hay una explicación metafísica, pero es cierto. 
En nuestro caso los niveles de empatía entre el mayor y yo son evidentes, ya os he hablado de su desarrollado complejo de Edipo, en el caso del pequeño empatiza mejor con su padre, tanto que a veces me rehuye, menos mal que lo he entendido sin frustraciones y si prefiere estar con él, están en su derecho de disfrutar de ese momento.
Como en casi todo el blog, hablo del pequeño, este es mi guiño al mayor.
Estamos muy enamorados el uno del otro, podríamos pasarnos horas discutiendo sobre quien quiere más a quien, y si el amor que nos profesamos llega hasta una galaxia determinada o hasta el confín del universo, en palabras de mi hijo "hasta todas las galaxias". La otra noche en el momento del beso y abrazo de las buenas noches, mientras nos profesábamos todo tipo de ñoñerías, (que a nosotros nos encantan), en un momento dado, se me quedó mirando y me dijo "mamá, lo más importante para mí... es estar contigo", algo así te desarma, hace que olvides cualquier trastada, cualquier enfado, cualquier mala contestación, y cualquier momento de discusión del día, da sentido a tu papel de madre y lo más importante, te indica que no lo estás haciendo del todo mal. 
Mi hijo está pasando un momento de rebelión total, no termina de realizar una trastada cuando está maquinando la siguiente, con lo cual pasamos muchas horas al día discutiendo y hay muchos momentos de tensión cada vez que le impongo un castigo y cuando creo que se ha enfadado conmigo por un par de días, me dice algo así, lo cual pone de manifiesto lo que tantas veces he dicho, los hijos están para hacer difícil la tarea de los padres y los padres están para educar bajo una escala de valores sólida, si esto funciona, el resultado es algo parecido a lo que pasa en casa, él se supera cada día a travieso, pero con cada castigo merecido, no se altera ni un ápice su amor.
Hoy estamos los dos de retiro forzoso, ayer fuimos a la playa, el agua estaba fría pero buena, al final de la tarde empezó a levantarse viento, así que decidimos irnos, sobre todo por los niños, el pequeño es muy delicado y si le soplas se constipa, así que no era cuestión de arriesgarse, enjuagué al mayor y lo vestí con toda la rapidez que su inquietud me permitió, y sin opciones a helado ni paseos, nos fuimos derechos a casa, ya digo, por si acaso. Los niños se acostaron bien, yo con un poco de frío pero en general todos bien, la sorpresa ha empezado a mitad de la noche, yo que ya arrastraba un constipado importante de la semana pasada, he empezado a toser sin remedio y cada vez me dolía más la garganta y la cabeza, cuando estaba reuniendo fuerzas para levantarme y buscar algún medicamento que me aliviara, mi hijo ha llegado corriendo diciendo que había tenido una pesadilla, se ha acostado con nosotros y en seguida ha empezado a quejarse de los oídos, resultado de una noche más que movida... dos bajas forzosas la suya y la mía, así que aquí estamos cuidando el uno del otro, y como prueba de ese amor incondicional, se está portando fenomenal, me está mimando más de lo que yo lo mimo a él y ahora me ha llevado a ciegas a su cuarto y me ha enseñado un enorme corazón, que ha pintado en su pizarra, sólo para mi... como no voy a estar enamorada? y encima me ha prometido que esta tarde me ayudará a cuidar de su hermano, para que yo no tenga que incomodarme demasiado, vamos una joya de niño, aunque sea un diamante en bruto...