Hay numerosos lenguajes, algunos de ellos universales como la música o las matemáticas, son lenguas que mueven el mundo y que consiguen que el mundo se comunique, pero... ¿que pasa cuando los que tienen que comunicarse viven en la misma casa y no hablan el mismo idioma? si son mayores no pasa nada, encontraran la forma, pero ¿y si son pequeños?, ¡¡Si son pequeños mejor!! entonces no existen barreras de ningún tipo, mi hijo pequeño habla muchísimo, pero no se le entiende nada, él narra su vida entera y retransmite todo lo que hace, pero solo su cerebro es capaz de traducirlo, bueno... y el de su hermano.
¿Habéis observado atentamente a los niños?, se entienden, juegan, empatizan, se comunican y se divierten sin necesidad de hablarse.
El otro día escuché risas en el salón, cuando me acerqué, me quedé maravillada, mis hijos jugaban y se entendían, jugaban al escondite y a llamarse, uno se escondía y el otro lo llamaba, cuando el escondido salía, intercambiaban los papeles, vamos que os voy a contar, todos habéis jugado al escondite, pero mis hijos tienen 6 años y 18 meses, y ya os cuento que al pequeño no se le entiende nada cuando habla, pero los dos sabían como tenían que comportarse en cada momento, y esto no es un hecho aislado, tienen un feeling especial, si el grande está pachucho el pequeño lo mima, si el pequeño se cae, el grande lo consuela, no sé como será en el futuro, supongo que se pelearan como todos los hermanos, pero ahora mismo están perfectamente sincronizados y no conciben su existencia sin el otro, me gusta esta nueva etapa, en la que me quedan muchas tardes de verlos jugar juntos, aunque yo no los entienda, ellos seguro que si lo harán.
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