martes, 25 de enero de 2011

Amores

Faltan apenas unos días para San Valentin, ese día en el que las románticas empedernidas como yo esperan ansiosas a sorprender y ser sorprendidas por el ser amado.
También es un día en el que los grandes, y no tan grandes, comercios hacen su particular agosto y es el día en el que muchos suspiran por lo que pudo haber sido y no fue.
Hoy no quiero hablar de niños, sino de amores. 
A lo largo de nuestra existencia, la vida nos obsequia con personas que, sin saberlo, configuran la que en el futuro será nuestra historia. Los hay que tienen la infinita suerte y cupido acierta a la primera, pero hay muchos otros que tienen que probar varias relaciones para encontrar a su media naranja. Todas estas relaciones, ya sea una o varias, configuran la que será nuestra relación definitiva, aquella que nos brinda un amor que nos hace estremecer, ese AMOR que colma nuestra vida y hace que todos los problemas no lo sean tanto. 
Pero en nuestro recuerdo perdurarán para siempre aquellas otras parejas que compartieron con nosotros algún tiempo; está el primer amor, ese amor infantil que te arrebata y sobrecoge, pero que a la hora de la verdad es efímero, porque no es amor verdadero sino enamoramiento, un estado químico del que seguramente casi todo el mundo guarda un buen recuerdo, están los amores plácidos, esos carentes de emoción con personas tan iguales a nosotros que la existencia de la propia relación es totalmente previsible, este tipo de relaciones fracasa estrepitosamente en la adolescencia, que ante un estado de embriaguez total de hormonas necesita sentir que se vive al límite, en este tiempo aparecen los amores tormentosos, intensos, pasionales y estremecedores, pasan como un huracán dejando una huella difícil de borrar, están los eternos amores, esos amores que nunca se definen, viven en la sombra sin arriesgar, sin decidir dar un paso más ni evolucionar, con lo que terminan ahogándose en su propia indecisión. Y por último está el gran AMOR, ese que se compone de un poco de cada uno de los anteriores, ese amor definitivo que se instala en tu vida, la condiciona, la dirige y  la completa.
Si lo pensáis un minuto seguro que por lo menos uno de estos amores ha formado parte de vuestra vida, y seguro que guardáis en vuestra memoria grandes recuerdos de ellos, pero, ¿por qué más de unos que de otros?  ¡por que se ama más a unos que a otros!, yo creo que no, creo que lo primero que fomenta la añoranza de un amor pasado es quien ha terminado la relación, recordaremos más a los que nos han dejado que a los que hemos dejado, porque al fin y al cabo, si nos dejaron no fue por nuestra propia decisión, lo segundo el grado de daño irreparable, recordaremos de forma más agradable a las personas que no nos hicieron sufrir que a las que se portaron mal con nosotros. Y lo tercero y para mi definitivo, el grado de alteración de la realidad. Con los años ganamos en perspectiva, pero esto altera profundamente nuestra percepción de los propios recuerdos, nos volvemos selectivos, recordamos lo bueno ignorando lo malo, con lo que corremos el riesgo de idealizar relaciones pasadas que realmente no fueron tan satisfactorias. 
Por eso tenemos que ser, primero objetivos con nuestros recuerdos y segundo disfrutar de nuestro amor  presente,  que seguramente tendrá una gran proyección de futuro, y para los que todavía no habéis encontrado ese gran amor, luchad por conseguirlo, no es imposible (os remito a mi entrada "cuando encuentras tu otra mitad") solo hay que tener fe y cuando llega disfrutarlo al máximo y no conformarse con migajas, el amor es egoísta y altruista a partes iguales y hay que saber buscar el equilibrio. Cupido es caprichoso, pero confío en que tiene alguien especial reservado para cada uno de nosotros, solo tenemos que estar atentos. Yo vivo totalmente entregada y enamorada desde hace 14 años, y los que me conocen siempre lo han comentado, se nos nota mucho (afortunadamente es mutuo), así que os deseo por lo menos, la mitad de este amor.
Para los que ya estamos enamorados, feliz San Valentín, para los que estáis en proceso arriesgad, merece la pena, y para los que todavía no lo estáis, disfrutad, pero seguro que lo mejor está por llegar.

domingo, 23 de enero de 2011

Educación

Hoy estoy indignada, sabía que el ser humano es egoísta por naturaleza, pero ya criticar por criticar me parece excesivo. Así que hoy vengo a romper una lanza en favor de las educadoras de la escoleta de mis hijos.
Mi marido y yo decidimos mudarnos de un piso a una casa de pueblo por dos motivos, una razón obvia de espacio y la seguridad de que un pueblo tiene más calidad de vida que una ciudad para criar hijos. Con estos pensamientos elegimos un pueblecito pequeño, apenas 2.000 habitantes donde encontramos una casita que se ajustaba a lo que queríamos, así que una vez instalados nos lanzamos a formar nuestra familia. Antes de tener hijos hay cosas en las que ni reparas, pero una vez que llegan... un aluvión de dudas inundan tu vida, una de las cosas que me preocupaban era la escoleta, (en Mallorca una escoleta no es una guardería sino un sitio donde además de "cuidar" enseñan) el pueblo sólo tenía una y las instalaciones no eran gran cosa, pero todo el mundo me habló muy bien de las educadoras, de lo cariñosas que eran y de los años que llevaban allí, así que preferí una garantía de una buena educación para mis hijos, en vez de unas instalaciones muy modernas. 
El mayor de mis hijos fue durante tres años y de esos años solo tenemos buenos recuerdos, ya no solo aprendió muchísimo, sino que encima iba encantado, le gustaban sus maestras y le gustaba ir allí se sentía querido y la prueba es que aún hoy se alegra de verlas. Cuando nació el pequeño la decisión era obvia, no iba a cambiar lo que tan buen resultado me había dado.
Entonces las circunstancias cambiaron radicalmente, la escoleta paso de ser un centro privado a ser una escoleta pública, ahora depende del ayuntamiento, aunque la gestionan las mismas personas que la anterior, los precios cambiaron sustancialmente pero ganamos en instalaciones, ya que el ayuntamiento hizo una nueva, muy amplia, con zonas verdes, con zonas amplias de juego y con todas aquellas cosas de las que carecía la anterior y no dudamos, daba igual que fuera más cara, los niños iban a estar igual de bien cuidados pero en un sitio todavía mejor.
Cuando empezó el curso como las obras no estaban terminadas no pudimos mudarnos y cuando lo hicimos ha sido con deficiencias, pero lo importante es que los niños están bien. Que pasa, y aquí es donde llega mi indignación, la gente solo mira su ombligo y en vez de sopesar los pros y los contras, arremeten contra el personal, no valoran que es un centro nuevo y que como depende de la administración (no de las educadoras) tardará un poco en estar al 100%, critican el trabajo de las personas que viven volcadas en la educación de nuestros hijos, sin valorar lo bien atendidos que están y lo mucho que aprenden. Quisiera yo ver a cada una de esas personas en su trabajo, a ver si son tan eficientes y perfectas que nadie puede reprocharles nada, y lo que es peor, que clase de madres son que dejan a sus hijos en manos de quien no confían, si tantos peros le ven, que cambien de escoleta o que contraten a una persona en exclusiva, no? 
Lo dicho, estoy encantada mi hijo se le ilumina la cara cuando ve a su profe, esta muy bien atendido, me consta que ella lo quiere y la prueba es que mi hijo no llora nunca al ir al colegio e incluso hay veces que no se quiere venir conmigo!!!! no sé me indigna esta situación, este es un pueblo pequeño, y una persona descontenta puede hacer mucho daño, además de minar la moral de las personas afectadas, por eso hoy mi lanza en favor de ellas y de todas aquellas personas, que por su trabajo tienen que aguantar a indeseables amargadas que como su vida es insulsa y vacía de contenido, necesitan fastidiar al prójimo para llenar la soledad de sus existencias. Sabéis que no daré nombres pero seguro que ella lo leerá, sabe quien es y lo mucho que la queremos.

lunes, 10 de enero de 2011

Papá Noel o Reyes

No soy una madre consentidora, por lo menos en el momento, cuando mi hijo pide algún capricho, sobre todo si es grande o caro, recurro al "no llevo dinero" tan socorrido, o al ya lo pediremos a los reyes, en época de Navidad, hasta ahora, no sé si porque él es muy bueno o yo muy tajante o una mezcla de ambas, he tenido la gran suerte de que se conforma, como no protesta yo tengo en cuenta su deseo y en el momento oportuno procuro satisfacerlo.
Hace tres años las personas de nuestro entorno, desbordaron de regalos las navidades, mi hijo abrió tantos regalos que yo creo que a mitad de las fiestas perdimos la cuenta de todo lo que había, no me pareció ni bien, ni justo, era un exceso de capricho y ni apreció ni disfrutó todo lo que le regalaron, por que abrió paquetes casi cada día y no le daba tiempo de jugar con ninguno. Después de la resaca que me dejó aquella borrachera de juguetes, puse orden en mi entorno y les hice prometer que nunca más, mi hijo no los iba a querer ni más ni menos por recibir menos y si se sentían tan derrochadores, que el valor de la mitad lo  pusieran en la hucha. 
Obviamente estos argumentos no eran válidos para él, había que darle una buena explicación, así que llegamos al acuerdo de que las siguientes navidades haríamos una lista con varios juguetes, pero la carta a los reyes solo la haríamos por 3 cosas, una por casa, por que si todo lo pedíamos nosotros el resto de niños se quedarían sin juguetes.
Llegadas las siguientes fiestas mi hijo cumplió, además a todo el que quería escucharle le argumentaba muy convencido que "solo pedía tres cosas por que hay que compartir, sino el resto de los niños no tendrán", con cada palabra yo me hinchaba como un pavo real, orgullosa de la situación.
Este año como encima había que hacer carta para dos, con más motivo había que restringir la lista, pero también llegamos a un nuevo acuerdo, ¿a quien le enviamos la carta? supongo que en todas las casas españolas, esta discusión no se plantea, los juguetes los traen los reyes, pero en mi casa la mitad somos de aquí y la otra mitad somos de allí (del otro lado del charco donde los reyes no pasan), así que le dimos la opción a él de elegir, mi hermano creó un debate muy interesante sobre la implicación religiosa de la figura de los reyes y como no está de acuerdo con esto estaba a favor de Papa Noel, en esta discusión afloraron todo tipo de argumentos a favor y en contra de ambos personajes, alegando creencias, costumbres y un sinfín de motivaciones más, pero a los ojos de un niño de 5 años todo se simplifica, ¿Mamá que diferencia hay entre que traiga los regalos Papá Noel o los reyes?, pues la diferencia es tan simple como que uno llega a principios de Navidad y el otro a finales, con lo cual su elección fue clara.
El 25 mi hijo abrió los regalos debajo del árbol, pero, ¿que pasaría el día de reyes? El pueblo donde vivo tiene dos mil habitantes, y solo una calle central pequeña que impide, por una razón de espacio, una cabalgata, así que sus majestades, para compensar la falta de espectáculo callejero, tienen a bien entregar a los niños los regalos en mano. Pero si en mi casa ya habían llegado los regalos de rigor, ¿que pasaría el día 5 por la tarde? mi hijo pidió ir a ver a los reyes y dijo que a él no le traerían nada por que los regalos se los había dejado Papá Noel, me conmovió tanto su conformismo que me encargué de que en la lista de niños buenos de ese  año estuvieran mis hijos, para enorme sorpresa de mi hijo!!!!! que más da quien traiga los regalos, ni cuales sean las motivaciones, lo importante es que ellos sepan apreciarlos y creo que eso es lo realmente difícil. Espero que el año que viene mi hijo siga conservando sus argumentos con la misma convicción de hoy y que estos le permitan disfrutar el doble, ya que como su lista es tan corta no da lugar a decepciones, Papá Noel, los reyes o algún duende generoso siempre acierta con sus deseos.
Espero que con vosotros también hayan acertado este año!!!